Páginas

miércoles, 24 de noviembre de 2010

DESPERTAR NO ES SOLO AYUDARNOS, DESPERTAR ES AYUDAR AL UNIVERSO ENTERO


Las formas de vida que generacionalmente se ha auto implantado el ser humano, esas maneras fáciles y cómodas de vivir, nos están alejando cada vez más de la verdad, del único y verdadero significado de la existencia humana en la tierra. La sensibilidad de ver lo verdaderamente genuino, la hemos ido recubriendo, enterrando con otras costumbres de tipo materialistas, mundanas e ilusorias. Ya no somos capaces de ver lo que realmente es real y perenne, solo vemos y damos valor a cosas, solo cosas, cosas caducas, cosas que se tocan por debajo y caen como castillos de naipes, son pequeñas cosas (pequeñas, porque todas las cosas materiales son pequeñas, ya pueden ser un gran coche, una gran mansión o un rascacielos de mil plantas), que solo nos elevan por momentos, al igual que una noria, nos sube, pero ya antes de subir sabemos que tenemos que bajar, de una forma o de otra.

Despertemos, despertemos de esa visión materialista, limpiemos nuestra cornea, levantemos esa costra que no nos deja ver el autentico tesoro, el verdadero ORO REAL que Dios nos muestra segundo tras segundo, minuto tras minuto, sin cansarse nunca.
EL siempre está ahí, a la espera de que veamos lo que nos está ofreciendo delante de nuestros ojos cada vez que los cerramos y los volvemos a abrir, cada vez que miramos a una paloma y no apreciamos su belleza, cada vez que inspiramos oxígeno y no le ponemos importancia, ni reconocemos lo imprescindible que es para poder vivir, y aún así, no somos capaces ninguna vez, tan solo una vez, de quitar un minuto, tan solo un minuto de nuestros quehaceres cotidianos para decir, o tan solo pensar, “gracias al oxígeno del universo no me asfixio y vivo placenteramente”, no cuesta nada decirlo, es fácil de pronunciar, y más fácil es de entender y de asentir de que es cierto.

¿Quién, viéndose asfixiado, no cambiaría todas sus riquezas por un átomo de oxigeno que alivie su agonía?

¿Quién, ciego, no cambiaría todos sus tesoros por una minúscula rendija de luz?

¿Quién, enfermo y postrado, no daría todas sus posesiones por poderse levantar y dar dos pasos hacia una ventana a que el Sol caliente su piel?

Tenemos creído que todo es nuestro, que todo nos pertenece, que todo nos lo merecemos, pero no es así, tan solo estamos mal usando un universo, un mundo lleno de exquisiteces que no vemos. Parémonos por un momento…¡Padre Dios, perdónanos por no ver, por no mirar donde realmente tenemos que buscar!, ¡Padre Dios, gracias por todo lo que nos das, y sin cansarte de nuestro mal agradecimiento, nos sigues dando!, realmente, esto solo son tres segundos de nuestro tiempo, no más, y estos tres segundos son una “tremenda recarga” para nosotros, y por consiguiente, para el universo entero, que nos acoge y nos protege con todo lo que de él usamos, ¿es mucho agradecer vida?
Tenemos hambre y teniendo el alimento delante de nuestros ojos no nos alimentamos, tenemos sed y teniendo el agua delante de nuestros ojos no la tomamos. No debemos abusar ya más de la paciencia de Dios, preguntémonos: ¿Dios se puede cansar?..., seamos agradecidos, usemos la felicidad que Nuestro Padre nos brinda con cada amanecer, busquemos donde realmente hay que buscar, en nuestro interior, en nuestros corazones, ahí es donde está el verdadero ORO que no funde, que no se raya, ni se destruye, todo lo contrario, regenera, construye y levanta.

Este, quien redacta, fue un explorador equivocado, yo busque en donde no había, es decir, me subí en la noria, el ascenso era apasionante mientras duraba, mi intención era quedarme siempre arriba, pero obviamente, volvía a bajar; llegando a un punto en que ya me mareaba, y decidí buscar otras maneras de ascender y no bajar, otra forma para mantenerme en equilibrio, siempre arriba, mirando y disfrutando del bello paisaje de la vida que Dios nos brinda; y casualmente, buscando entre todo tipos de norias, cohetes y propulsores, me encontré un gran impulsor, un autentico lanzador fuera del éter, donde no bajas, donde si realmente quieres, flotas eternamente. TSH se llama el impulsor que me sacó de lo mundano, con TSH mi vida cambió completamente, pero no solo la mía, sino también la de todos los que están a mi alrededor, directa o indirectamente han sido tocados por mi ascenso. TSH me ha ayudado a limpiar la costra de mi cornea, me ha ayudado a ver donde antes no veía, me ha ayudado a ver la única verdad de nuestra existencia, el Amor, solo Amor, ¿es curioso verdad? Amor, solo Amor, ¿a quién no le gusta que le den Amor?, utilicémoslo, es lo único que nos salva de todo lo profano, terrenal y caduco.

Es excelente, como cuando uno asciende, los que están debajo te ven tan lleno y tan seguro que muestran interés por ti, poniendo mucha atención a tus consejos, los que por supuesto, surte mucho efecto positivo en ellos, así ha sido mi experiencia.

Desde aquí, desde estas líneas mal formadas, mi intención ha sido la de abrir corazones, la de despertar a quien pueda estar dormido como yo lo estaba, informar o ayudar a quien esté en búsqueda como yo lo estuve. Solo tenemos que pararnos un solo minuto, y buscar dentro de nosotros mismos, es fácil, busquemos y encontraremos con total seguridad, dejemos salir ese Amor reprimido que está tan deseoso de salir al exterior y no le permitimos, hagamos una prueba, no nos costará nada y nos puede dar MUCHO a ganar.

No quiero dejar pasar esta oportunidad, para públicamente agradecer a Graciela Bárbulo por ofrecerme TSH, por tirar de la cuerda y sacarme de las profundidades oscuras que tanto me atormentaban, a mí, y a otros que conmigo han estado y están despertando.


Valentín R.
TENERIFE

miércoles, 3 de noviembre de 2010

LIBERACIÓN DE TENDENCIAS RECURRENTES

Llamamos “tendencias recurrentes” a todas aquellas tendencias personales que van en detrimento de nuestra identidad y suceden recurrentemente. Al decir identidad, nos referimos a nuestra auténtica naturaleza, aquella con la que nos sentimos identificados y no supone ningún conflicto con nuestras emociones, ideales, opiniones… En este caso, se trataría de ir afines a nuestra auténtica realidad profunda, de forma que nos realicemos a cada paso desde nuestra más genuina identidad, reafirmándonos en nuestra naturaleza más pura, en la Verdad de quienes Somos.

Sin embargo, es común que a lo largo de nuestras vidas nos sucedan cosas que, aunque tal vez nos pasen desapercibidas en su momento, representen el estímulo de situaciones o comportamientos que, a partir de este momento, iremos arrastrando toda nuestra vida, preguntándonos: ¿por qué yo, cada vez que… siempre me sucede como consecuencia…? (y eso me hace sufrir).

¿Eres de esas personas que siempre que confían en una persona, ésta les traiciona? ¿Te sucede que cada vez que tienes una nueva pareja, te trata de modo que te hace sufrir, por ejemplo, te engaña o te menosprecia? ¿Te aterra hablar en público?…

Este sistema de sanación trata de liberar “eso” negativo que parece que nos pasa siempre ante una situación o actuación concreta, a lo que parecemos estar abocados y nos hace daño.

La persona a la que le sucede “eso” no eres Tú. “Eso” que parece que forma parte de ti, o de tu suerte, es algo que surgió en un momento dado para que pudieras sobrevivir en un determinado entorno o situación.

Tu naturaleza genuina no lleva incorporada esta tendencia, pero en algún momento algo sucedió que provocó que fuera necesaria una actitud específica para poder formar parte de algo a lo que creíste pertenecer. Las personas involucradas con este entorno te dañaron, de forma que tú, para permanecer formando parte de “aquello” adoptaste una actitud concreta a través de la cual ya lograbas sentir que tenías cabida.

Estas tendencias suelen haber sido creadas de niños, es por eso que lo más frecuente es encontrar el punto de partida en las figuras de los padres, aunque también cabe la posibilidad de encontrarla en personas aparecidas posteriormente. Cuando más pequeña en edad es la persona que adopta una tendencia recurrente, más enquistada está y, por lo tanto, más trabajo cuesta sacarla. En estos casos es posible tener que hacer varios ejercicios de liberación de la tendencia, puesto que al ir investigando en nuestra memoria emocional, solemos encontrarnos no sólo el punto de origen, si no también situaciones que, a lo largo de nuestra vida, han ido afianzando esta tendencia en diferentes situaciones. En todo caso, es bueno saber que, tras cada ejercicio, la tendencia se va debilitando, hasta finalmente lograr liberarse completamente. Es decir, cada vez que trabajes en ello, lograrás resultados irreversibles.

Algunos ejemplos de “Tendencias Recurrentes”:

- Un padre humillaba siempre a su hija, entonces ella, dado que sentía que el lugar emocional al que pertenecía era “ser su hija”, aprendió a mostrarse inferior de lo que realmente era. Se humillaba ella sola para ser aceptada. Finalmente, atraía parejas que le permitieran seguir con su papel de víctima, es decir, personas violentas que la menospreciaban.

- Un niño se sentía inferior a su hermano, porque él era más inteligente, entonces el primero adoptó la actitud de mentir para hacerse interesante, con lo que nadie le creía nunca. Finalmente, adoptó una pose de mentiroso, y atraía personas más inteligentes que descubrían sus mentiras, afincando así en su identidad la tendencia de mentiroso, y las experiencias siempre le mostraban que era inferior a los otros.

- Le decían de adolescente, en casa, que nunca encontraría pareja, porque era muy gordo, entonces cada vez que conocía a alguien que le gustaba, tendía a comer indiscriminadamente debido a la ansiedad de volver a dar esa imagen, con lo que engordaba, y lograba reproducir en cada intento la realidad que había ingresado en su identidad.

- Su madre le apabullaba hablando cuando ella quería decir algo, y cuando la niña conseguía expresarse, la interrumpía siempre y se mofaba de lo que había dicho, aún con otras personas delante. Finalmente, esta niña desarrollo tartamudeo y pánico escénico.

- Un niño con mucha creatividad creció junto a una figura paterna que constantemente bloqueaba sus impulsos creativos. El impulso interno de este niño era pegarle, pero sabía que no podía. Finalmente, generó una tendencia a los tics nerviosos.


- Cuando era niña y se disgustaba, su madre, lejos de servirle de consuelo, apoyo y alivio, le amenazaba si lloraba, y si no podía parar, le pegaba. Cuando sentía alegría, mostraba una ira irrefrenable y le impedía llevar a cabo aquellos proyectos que le provocaban su felicidad. Finalmente, encontró un hombre egoísta y carente de empatía, junto al cual tendría que reprimir sus vivencias emocionales internas, en lugar de darse el placer de compartirlas, porque él se las castigaba emocionalmente.

Vamos a trabajar con la liberación de “eso que no eres tú”, y sin embargo “actúa a través de ti”.

Ejercicio de Liberación de Tendencias Recurrentes:


Busca una postura cómoda. Te puedes tumbar. Respira profundamente varias veces, mientras te adentras con tu mente y tus emociones en la identidad con la que quieres trabajar. Y rememora “esa” tendencia de “ti” que surge recurrentemente y deseas eliminar.

Los pasos para este ejercicio son:

- Identificar esa situación recurrente que no nos deja avanzar

- Re-conocer (darse cuenta) que fue creada por nosotros mismos, para cubrir una necesidad. En ese momento de creación la necesitábamos para “sobrevivir” (en un entorno concreto, ante una ilusión concreta, como protección de una amenaza psicológica…).

- Desgajarla de quien “yo soy”, desinvolucrarla de nosotros y plantarla ante nuestra consciencia.

- Hurgar en el punto de partida (cuando fue imprescindible para sobrevivir), y trabajar a fondo con todos los recuerdos a nivel de sentimientos, miedos, necesidad de apoyo,… que nos hizo crear esa “identidad” de nosotros mismos, con el fin de acoplarla a un puzle en el que nosotros, tal cual éramos genuinamente, no teníamos cabida.

- Viajar desde el momento en que fue necesaria esa identidad a través de todo el recorrido en que nos fue acompañando, en nuestra vida, imponiendo su presencia, privándonos de tantas posibilidades de vivir en consonancia con quienes “sí” somos aunque estábamos obstruidos por ella.

- Reconocer a esta identidad que..
o la creamos nosotros mismos
o En el momento de su creación cumplió una función imprescindible para nosotros.
o Ya no la necesitamos. Ahora esta energía que la compone puede volver al todo, a su origen. Ya cumplió su misión. Estamos agradecidos, pero nos tenemos que despedir de ella.
o Elevarla hacia nuestro Ser Superior y sentir cómo ya no es parte de nosotros (es normal sentir una especie de sensación de desamparo, de añoranza -ahora nos hemos quedado un poco solos-).
o Sentir “quién se es” liberado de esta identidad.


¡Sé quien Eres!


Graciela Bárbulo
www.gracielabarbulo.com